11 de enero de 2011

Praga

Situada en las orillas del rio Moldava, Praga, capital de la República Checa, tiene una población de aproximadamente 1,5 millones de habitantes.


Desde 1992, el casco histórico de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad, lo que la convierte en una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.

Las dos fotos precedentes muestran a músicos de jazz (que aquí gusta mucho) tocando en el famoso puente Carlos, que une los núcleos urbanos a ambos lados del río.


Escena muy común durante todo el año: una guía junto a un grupo de turistas.


Praga se compone de varios estilos arquitectónicos. La piedra fue muy utilizada en el siglo XIII y en el XIV el estilo gótico le dio a la ciudad el gran encanto que hoy tiene. Es un paraíso para los fotógrafos.



Avenida de Wenceslao

La plaza Wenceslao es uno de los sitios que ningún turista puede omitir. Está cerca de todo lo demás. Fundada hace 600 años, era anteriormente un mercado de caballos. Actualmente es el punto donde los checos se reunen para celebrar cualquier acontecimiento importante.

A pocos metros de la plaza se encuentra la casa natal del escritor Franz Kafka.




Vista desde el Castillo de Praga

Praga sufrió las dos grandes guerras del siglo XX y al término de la Segunda Guerra Mundial quedó bajo la órbita de la entonces Unión Soviética.


Los checos tienen una gran cultura musical, con una nutrida oferta de conciertos practicamente todos los días.
Bajando desde el Castillo de Praga, se puede pasar por esta callejuela en la que también vivió Kafka.

El rio Moldava
La avenida de Wenceslao. Este nombre se ve mucho por ser héroe nacional que murió mártir a manos de su propio hermano Boleslao I.
La cerveza negra es casi una forma de vida para los checos. El culto de la cerveza es ancestral; desde tiempos remotos la fábrica de cerveza era una dependencia en cada castillo.

Praga es un paraíso para los bebedores de cerveza, que suele acompañar a casi todas las comidas.
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