La fachada de su templo fue realizada íntegramente con arenisca rosada en 1610 y su diseño barroco americano fue reconstruido por un grupo de científicos durante el siglo pasado. La reducción había estado sepultada bajo la selva durante casi dos siglos.
Se encuentra en pleno centro de la localidad de San Ignacio, por la ruta número 12, a 60 kilómetros de Posadas, la capital de Misiones.
La World Monuments Foundation donó 50.000 dólares para que, paso a paso, se restauren todas las paredes de este monumento que, debido al clima tropical de la región, tiende a cubrirse de pequeños microoganismos que lo descomponen.